Presidente y director de uno de los más grandes y consistentes fondos de inversión mundiales, Buffett encabezó el sábado la Asamblea anual de accionistas de Berkshire, que por primera vez desde 2019 se realizó en forma presencial en Omaha, Nebraska, en el medio de la llamada “América profunda”.
El énfasis es llamativo, ya que la capitalización de mercado de todos los bitcoins en circulación en el mundo es de USD 723.000 millones, bastante más que 25 dólares.
Buffet reiteró su opinión de que el bitcoin “no vale nada porque no produce nada” y su valor oscila según lo que las personas estén dispuestos a pagar por él.
“En mi vida, trato de evitar las cosas estúpidas, malvadas y que me hacen quedar mal en comparación con otra persona, y bitcoin hace las tres cosas”, dijo Munger, que explicó que comprar la cripto más famosa sería “estúpido” porque cree que con el tiempo valdrá cero, “malvado”, porque mina la integridad y estabilidad del sistema financiero de EEUU y lo haría quedar como un “tonto”, porque el gobierno chino fue lo suficientemente inteligente como para prohibir el bitcoin.
En 2018, cuando el bitcoin experimentaba su primera ola de euforia, había dicho que la criptomoneda más famosa era “veneno para ratas, al cuadrado”.
Para inversores tradicionales, los giros del bitcoin son, por cierto, desconcertantes.
La “industria cripto”, sin embargo, apuesta fuerte.
A medida que los inversores son más optimistas sobre la evolución del valor de la caja, remató “van y vierten otros $ 300 millones en la caja y luego se va al infinito, y luego todos ganan dinero”.
La descripción de Bankman-Fried era una descripción del tradicional “esquema-Ponzi”, un clásico modelo piramidal en el que los que van entrando enjugan las ganancias de los que entraron antes y se retiran a tiempo.